Si llevas tiempo con malestar emocional, pensamientos que se repiten, estrés que no baja o sensación de no poder con todo, la terapia puede ayudarte. No necesitas tocar fondo para pedir apoyo; basta con notar que por tu cuenta no consigues avanzar.

Depende de tu situación. Algunos procesos son breves y otros requieren algo más de tiempo. En la primera sesión te explicamos qué podemos trabajar, qué ritmo es adecuado para ti y qué puedes esperar, sin prometer resultados inmediatos ni fórmulas mágicas. 

Hablamos de lo que te está pasando, revisamos tu historia emocional y definimos juntos el objetivo del proceso. No tienes que saber explicarlo perfecto; estamos para ayudarte a ordenar lo que sientes.

Sí, sin duda. Pero no funciona por arte de magia. Funciona cuando hay constancia, claridad en el objetivo y un trabajo conjunto. Nosotros aportamos herramientas y perspectiva profesional; tú aportas tu compromiso y tus ganas de cambiar.

Es completamente válido que puedas sentirte así. La alianza terapéutica es clave. Si no sientes comodidad o confianza, lo hablamos y buscamos alternativas. Lo importante es que estés en un espacio donde te sientas bien, que te acogen y te acompañan.